Renuncio

A tus mandatos de como ser un retoño mediocre que se apague entre tu discurso facilista y autolacerante.

A tus deseos de que cumpla con tu pobre y miserable rol impuesto, de rebelde descarriada.

Renuncio a tu egoismo para elogiarme al menos, austeramente de vez en cuando.

Renuncio a tu imagen de fortaleza oxidada que intenta corroer mis bronces.

Renuncio a tu indiferencia por lo bueno en mi y la exaltacion grotesca de lo normal en otros.

Renuncio a ser tu bolsa de basura en donde arrojes tus frustraciones.

Lamento no ser la mediocre que pueda hacerte sentir mejor y mas valiosa en este mundo.

Lamento no tener mas ganas de disimularse porque simplemente rompi tus profecias respecto de mi vida.

Es un terminante no a todos tus esfuerzos por mantenerme bajo la suela de tus zapatos, que te enorgullece haber comprado con el fruto de tus incesantes esfuerzos por intentar demostrarle al mundo que simplemente podias hacerlo bien.

Estoy harta de tu subestimacion solapada que a veces brota como un volcan en medio de tu discurso.

Perdon por todo lo que logre y por lo que lograre.Pero no pienso quedarme ni un paso detràs de mis sueños.