lunes, 27 de diciembre de 2010

Insomnio


*Entre el sol que madruga en la noche,

se entreabre tu figura entre la sombra.

Tu riqueza fielmente opacada,

reza la prosa de un poema antigüo.

Eres la piel de lo que muere en vida.

Eres la vida, durmiendo entre mediocres.

Eres el ocre que lustra el camino.

Eres el vino que celebran los hombres.

Eres altar al que perece buscando,

eres la búsqueda virando destinos.

Eres al fin, mas real, aunque en sombras.

Eres la sombra, de lo que aún no escribo.

Y se entremezcla la luz en la noche,

mientras tirita el deseo mezquino.

Ya no madruga la noche entre el sol,

ni se entreabre tu figura, sombrío...*

domingo, 26 de diciembre de 2010

Tristeza


Deténte.
Quédate allí..
no te escurras, tengo miedo.
Me desoyes y persistes.
Piel de libertad y trinos.
Apoyas tus manos en mi retina..
espías mi mundo detrás de mis ojos.
No te permito salir,
Mas insistes, cautiva infiel.
Tus dedos delgados se dibujan tras mis ojos,
mientras contemplo lo que intento no vivir.
Apoyas tus mejillas tras tus manos,
tus piernas delgadas, atravesándome al fin.
Sacas una mano y luego la otra,
se desdibuja mi mirada al verte salir.
Tu cuerpo entresacándose entre mis pupilas,
que dejan de mirar y no pueden decir.
Tristeza descarada que te escapas de mis ojos,
nadie debe verte, pero insistes en huír.
Mi retina se hiere en tu fuga,
mis ojos translúcidos por sufrir.
Tristeza te me escurres entre sombras,
Tristeza que no puedo evitarte vivir.

sábado, 25 de diciembre de 2010

Sí, acepto.


Mis celos injustificados de lo que ya no es mío.
Mi bronca por no amar lo que me conviene.
Mi cuarto desordenado.
Mis ganas de no ordenarlo.
Mi pasión por las letras,
mi sed de cumplir mis sueños.
Mi tendencia al desamor,
mi desapego a los lugares.
Mi pelo a veces: hermoso
otras (casi siempre) fatal.
Mi soledad que me protege fielmente de los otros.
Mi inteligencia perspicaz para la vida.
Mi nulidad para rendirme.
Mi instinto materno innegable.
Mi creatividad.
Mis quejas crónicas.
Los defectos imperdonables de los otros que son los que detesto de mi.
Mis manos pequeñas.
Mi ostracismo.
Mi individualidad.
Los libros desparramados alrededor a medio leer.
Mi necesidad de libertad y de árboles.
Mi falta de inspiración cuando necesito escribir y lo hago mediocremente y no obstante, me animo a publicarlo.

sábado, 18 de diciembre de 2010

El Salto


Oscila tu falda entre el remolino del viento.
El acantilado reclama tu salto, tu vida, tu aliento.
Pasaste años contemplando el abismo
bajo el cielo desnudo de respuestas.
Pensaste la vida en terminantes términos.
Pintaste en sombras y luces
jamás con matiz.

Tu pelo, se envuelve liviano
tus manos se sueltan, se dejan llevar.

Tus labios, tiñen su rojo en mora y tiemblan levemente
como susurrando una plegaria.
Nadie la escucha, ni siquiera tú.
Pero el cielo se expande recibiendo el más profundo y sincero deseo.
La desnudez de tus pies helados
entumecen el último paso temeroso hacia el vacío.
Quedarte o saltar.
Años anclada en el acantilado.
Años en el borde de la decisión.
Una voz dulce, te ve llorar detrás de tu rostro aprendido,
de tu pose encorvada,
de tus ojos ,a veces, tristes.
-*Y si te sentás en el borde*?
-...la profundidad del silencio que te implora el extasis de lo inimaginado.
- Sentarme?
-*Sí, tan solo sentarte*
Tu palma se apoya en la piedra fría por el viento, y flexionas una pierna y luego la otra, hasta quedar sentada.
Planchas tu falda con las manos.
Peinas sus pliegues, evadiendo el momento.
Tus pies sienten el viento en sus plantas como nunca antes.
Tu espalda vuelve a encorvarse como cuando descansas o te cansas demasiado.
Tus manos se entrelazan como pidiendo un último deseo.
Tus ojos se fijan en el cielo y se trasladan al lugar sin tiempo en donde alguien te escucha.
Cuando tiemblan tus labios en plegaria.
Cuando se hielan tus pies sobre la piedra.
Cuando tu pelo invade tus ojos y se despeja después entre el viento.
Cuando el silencio descansa en tu alma.
Desde el lugar sin tiempo se escribe una frase profunda
Que entibia tus manos
Que abraza tu soledad
Que te ama sin que veas, con la seguridad que no muere.
-*No hace falta que saltes: voy por tí.*