viernes, 29 de abril de 2011

The End


El otoño se hace Oeste.
El Oeste, tu hogar.
Las hojas, quiebres de tus pasos.
Tus pasos, hojas quebradas bajo otros pies.
Llega la tarde
y la respuesta;
un caballero frente a tí.
La sinceridad,
hecha verso;
tu incredulidad: hecha añicos.
No cae el dolor sobre tu sien,
cae la verdad delicada sobre tus letras.
Y el vaticinio,
que te anticipó la profundidad del mar.
Esperabas martirio,
pero llega la verdad.
De quien menos esperabas
de quien menos exigías;
un extraño vendando heridas de otras guerras.
Y la vida
que te despierta
en otra calle
por la que nunca transitabas.
Ahora hay sol,
Otoño,
verdad,
esperanza.
Algo vino a nacer y morir,
para enseñarte a ver el mundo con otros ojos.
Este sí es un verdadero final felíz.
Charli, what dou you think?

miércoles, 27 de abril de 2011

97


(venerando el estilo Lorrie Moore)

-Dí: está todo bajo control.
Mientras se te retuercen las tripas por ver el declive de lo inminente.

Luego cierra los ojos mientras el rimel se desarma como partículas lacerantes de córneas, dejando entrever entre tus ojos que no eres la misma de la tarde anterior en la que saliste recién maquillada bajo el sol apreciado de Otoño.

No te preguntes si todo tiempo pasado fue mejor, porque no sabes que es lo mejor todavía.
Todo tiempo pasado, fue pasado.Eso es lo mejor que tiene el pasado.
Existe un número de colectivo que por dos pesos te da la vuelta al mundo en una sola hora.
Cientos de paisajes por dos monedas de peso.
Y mientras el sol te pega detrás del vidrio con la manijita rota que no habilita a que lo corras y entre al menos una ínfima brisa refrigerante, corrés el brazo que choca con el morocho de turno que te tocó por compañero, que se hace el lindo sin lograrlo ni en dos mil años bisiestos, porque temés que piense que se lo ponés cerca adrede.
-Ni muerta mil veces, concluyes.
De pronto el libro que te aumenta la miopía y la recompensa con creces de placer, se desvanece para ver detrás del vidrio caballos.
Uno, dos, cinco.
Mucho mas de cinco.
Hermosos.Otros deplorablemente chiruzos.
El caballo es un animal que siempre creí que existe para ser bello y elegante.
Cuando lo reducen a un tirador de carros cargados de cartón, siento pena del caballo.
Mas del caballo que de la propia gente en sí.
Los veo sin libertad de correr, amarrados a tirar basura y desarmar sus patas entre el calor del cemento sin podes escaparse de su destino.
Podrían estar en la portada de una revista de Polo, o abajo de Robert Redford en un film en medio de las montañas, pero están muriendo en una historia, mal contada y fuera de contexto.
Y los caballos chiruzos, con el pelo quemado por el sol, y los lomos cortados por las tiras de cuero, me hacen mal.
De todos modos había muchos, otros lindos que me distrajeron de lo mal que se veían estos pobres.
Pasaban los lugares con gente rara.
Yo fantaseaba con que asaltaban el colectivo, y yo quedaba descuartizada en la zanja con mi pelo impecable y mi cuerpo chorreando sangre.
El libro que me prestó Charli manchado por mi muerte, sin poder cumplir la promesa de cuidarlo para la próxima amiga que se deleitara con Lorrie Moore.
Pasa, luego de mi muerte mental al mejor estilo Crónica, un cartel que decía : *Aldo Bonzi*.
Nunca pensé que yendo a mi casa podría llegar a pasar por Aldo Bonzi.
Quién será Aldo Bonzi? quién fué? ya fué?
Me viene la imagen de un gordo sudado al mejor estilo Moyano, tocando el bombo y con cara de : *que nos regalen una vivienda*.
Me lo imagino comiendo ese pancho de los trenes con esas papitas pai mezcladas con la mostaza o símil, que creo que se cortó con el sol de algún mediodía del mes pasado.
Siento culpa.
Googleo: Aldo Bonzi
Un doctor italiano que donó las tierras que llevan su nombre.
De todos modos, me suena a lo que me suena.Con todo el respeto del Doctor fallecido.
Y pasan los paisajes raros.
Pienso que si viene Nacho a Bs As lo tendría que subir al 97 luego del city tour obligado porteño, y luego del recorrido decirle: Bienvenido al tercer mundo! ahora si podés decir que conocés algo de Bs As, querido!
Y no de mala.
Pero había muchos escolares que se colaron mientras los dos primeros de la fila esperamos cual mamertos por media hora.
Y yo tenía miedo de que me contagien piojos.
Tuve mas miedo de los piojos que de morir, mancharle el libro a Charli, y aparecer en Crónica.
Tengo terror de los piojos.
Los detesto.
Y me parece que todos los niños del mundo tienen piojos, no importa su origen.
Y escribo esto y me pica la cabeza, aunque es imposible porque evité a los niños como si en vez de piojos tuvieran rabia.
Además en medio del viaje, tuve que acosar a una empleada de una Consultora para la que trabajo, porque renunció por mensaje de texto.
Y en la charla por decir: Counselor y Session en menos de tres frases, una señora gorda de guardapolvos que se coló en la fila con todos sus críos, también de guardapolvos, me empezó a mirar como raro.
Y después pasamos todas estas cosas raras y llegué a Castelar.
Y bajé y era lindo el otoño, las casas y las hojas crujiendo entre sus bellos colores.
Intenté usar el crédito de bonus para navegar mientras llegaba a casa, y me gasté todo el crédito de bonus y ni leí siquiera la palabra Hotmail.
Malditos estafadores capitalistas.
Cuando crucé la puerta me entré a sacar la ropa rabiosamente, como cuando llego medio de vestir y con calor.
Prendo la pc y mando el mail a la que renunció por mensaje de texto.
Y releo el mail, impecablemente profesional, y me pregunto por qué Charli y yo no matamos con los honorarios siendo tan buenas en lo nuestro.
Y me doy bronca.
Charli está online.
Nos reímos inventando nuevos servicios profesionales para ofrecer.
Y me la imagino del otro lado, riéndose con esa risa contagiosa, con sus *hoyuelos librianos y la adultez en los huesos* según citan sus prosas y me río con mas ganas de las pavadas compartidas.
Y sigo pispeando a Lorrie Moore.
Y se viene el sol de Otoño,
los caballos chiruzos,
los piojos,
Aldo Bonzi,
mi taza de cereal vacía a modo de almuerzo.
Y disfruto de ser trillada y cursi en mis lapsus de intelectualidad.
Y no hay nada mas saludable, que revolear la ropa de vestir, caminar en medias rayadas y comer cereal con chocolate a modo de almuerzo, dandote cuenta que todos somos de todo un poco y nadie me convencerá de lo contrario.
-Dí: soy trillada y cursi.
Haz una lista como la del cuento de Moore:

*Revisar Gmail todos los días.
*Revisar agenda.
*Recordar que no todo tiempo pasado fue mejor.
*Que lo mejor que tiene el pasado, es que es pasado.
*Celebrar el 97 que por dos mangos te ahorra el tren y los dos colectivos de antes.
*Subrayar en la próxima preselección que no se renuncia por mensaje de texto, con cara de *esto va muy en serio*.
*Conseguir monedas: el 97 tiene la máquina de la *sube* sin habilitar.

martes, 26 de abril de 2011

La vuelta


Ibamos.
Música ideal entre un paisaje soñado.
Sabíamos.
El beso llegaría pero ninguno tenía apuro.
Caminábamos.
Charlando de futuros que obviamente no nos unían.
Volvíamos.
Cada cual por su lado, aunque al mismo lugar.
Reencuentro.
Música
El apuro.
El futuro.
Y huyes cual cobarde, anticipando la muerte de lo que no pretendes ver nacer.

lunes, 25 de abril de 2011

Some things



Una valija abierta.
Un nombre en el corazón.
Una ducha caliente esperando.
El sonido de mi respiración.

lunes, 18 de abril de 2011

El arquetipo


Quiero escribir de el.
Y se terminó el asunto.

Entré en la última edición de sus notas,
o casi.

La última vez que lo ví,
era el arquetipo de las felicidades que duran un fin de semana.
Una buena camisa,
una linda sonrisa.
A veces lindo,él.
A veces casi nada.

Pasaban las vidrieras
la sombra y el arquetipo.
Tipo raro que nunca me cerró del todo.
Esa gente,
que la vida te cruza, para no resolverte nada y seguir preguntándotelo todo,
se entiende?

Y mi amigo, que no era, no es ni será;
tenía ese molde de los que parecen buenos.
Y realmente yo quería aprender.
Entonces insistí en prestarle atención.
Tanto el cántaro a la fuente...
Aunque ya no me importaba la fuente y el cántaro estaba roto en pedazos, hacía mas de un rato.
Pero esa extraña compulsión,
de insistir con la gente.
Esa debilidad proclive,
a juntar cachivaches que tengo.
Así que ahí estábamos,
el arquetipo y yo.

El día era raro.
El lugar, ni hablar!
La pizza colgaba cosas verdes,
y sus manos eran demasiado femeninas para que yo las entendiera al dialogar.
Se me escapaban los gestos, las palabras y el diálogo.
Yo no podía parar de mirar,
como un tipo, podía ser tan parecido a una mina.
Demasiado mina para ser un tipo.
Pero esa gente me alegra la vida en un punto!
Me hace dar cuenta que las cosas no son como parecen.

El tema es que mi amigo,
su buena camisa
su linda sonrisa;
se comió delicadamente su cena
y se fue a París.
En un caballito gris, cantarían los niños.
Y este de niño, tenía bastante.

Yo insistía ante mi entorno,
que era una amistad interesante.
Me repetían que no pierda el tiempo.
Pero yo quería perder,
*Im the big loser!*

Y así,
con este par de ojitos castaños que la vida me dió.
Seguí mirando el arquetipo para escribir mi novela.
Me inspiró solo dos capítulos,
algo es algo, muchas gracias! mucho gusto.
Bah, mucho no..
era un personaje medio insulso..
como una pizza con verdura encima
y unas manos femeninas moviéndose al compás,
delante de un tipo a veces lindo,
otras: casi nada.
Con linda sonrisa,
linda camisa,
solo eso y nada mas..

Me quedo pensando,
por qué la vida te depara estos paréntesis.
Esos lapsus de inteligencia,
en donde uno se quiere inspirar en lo que no inspira mas que dos capítulos.
El arquetipo era un pobre tipo.
Y quien mirara, un perdedor compulsivo de tiempo.

domingo, 17 de abril de 2011

El Rincón


Su alma colgó el abrigo,
las defensas,
las memorias.
Se olvidó de lo sufrido
y dejó de depender.

Se terminó el discurso,
la tragedia ,el melodrama.
Escribe desde la infancia:
*empezó a escribir otra vez*

No hay tacos,
producción,
menos perfume.
Hay esencia,
valor,
mujer.

Basta de pavadas,
de escapismos,
de recuerdos.
El ostracismo dormido,
si es que alguna vez lo fue.

Se desprende la vela en las palabras,
el rincón invita a creer.
Y se da cuenta,
el alma,
el abrigo;
que lo que ha sido simplemente fué.

El alma?
serena,con calma...
tiene experiencia sobre todo en perder.
Y es lo bueno!
sabe entonces...
que lo importante es saber ver.

Ojos tiene,
mirada le sobra,
pestañas por si acaso,empezara a llover.

Tiene picardía,
paciencia,
ansiedades,
tiene un no se cómo,
tiene un no se qué.

El rincón?
despojado y sencillo.

Cómo está la noche?
empezando a tejer.

El alma?
recostada un poco.
No tiene miedo,
no tiene de qué.

El alma sabe,
ya no se describe,
solo pinta en acuarelas lo que simplemente es.

Y le sale bien,
porque al fin es ella,
pincelada tenue, artística y fiel.

lunes, 11 de abril de 2011

El muro


Lo construyó con años de esfuerzo.
Piedra y fracasos,
pasiones, olvidos, razón.
Tan alto hasta rozar el cielo,
tan grueso como su esperanza de evasión.
Ella y el muro, el perfecto equilibrio.
Se estira hasta el cielo, acaricia el sol.
Debajo un nuevo camino,
no ve ni piedras ni espinas,
duda con la furia del recuerdo
teme con la pasión del dolor.
Ni el gesto mas amable la convence, ni la promesa del beso mas dulce.
Bella morada,
allí sobre el muro,
su cuerpo de mujer tambaleándose en el viento,
su genética dormida, como bella infante.
Bajar y volver a empezar,
o huír en el viento.
Nada en este mundo puede despertarla.
No cede su mundo, ni un solo pié.
Tararea meciéndose entre las nubes,
dulce sirena que entona con una voz solitaria.
El reflejo de la mujer que escapa,
corazón de niña,
pies de cristal.
Es quien es,
alma solitaria que sabe ser felíz adentro.
Puede bajar a sus brazos, o no responder y quedarse allí.
Y victoria hecha grito del muro:
la soledad es el canto del paraíso,
paraíso inerte de promesas hilvanadas en el aire,
paraíso aséptico de todo dolor.
Sobre el muro se sigue meciendo,
como jugando a ceder,
lo que sabe que no cederá.
La soledad es el canto del paraíso:
y sabe cantarlo maravillosamente bien.

martes, 5 de abril de 2011

Lo mejor de lo peor


Lo peor que pudo hacer fue enamorarse,
pero lo mejor, aprender a ver.
Lo mejor que pudo haber sido,
es haber sido mujer;
lo peor es haber dejado en relieve
que nunca existió el hombre.
Lo peor de la vida es dar algo por absoluto,
y lo mejor es darse cuenta que por suerte nada lo es.
Lo peor que tenía Delicatessen,
era el brillo de cera recién lustrada,
el olor a Blem
y las etiquetas de la ropa que no sabía llevar.
Lo mejor que tenía Ninguneable,
es que anotaba compulsivamente todo lo que no habría de querer algún día.
Lo peor que tiene creerse que uno es el mejor,
es que la gente se de cuenta del esfuerzo,
y vea las gotas de sudor,
de tu energía psíquica exigiéndose a ser.
Aunque tu frente permanezca seca y agrietada.
Lo mejor que tiene no ser el mejor,
es que no tenés que repasar el libreto a ser cada vez que te parás delante de la gente.
Ahorrás tiempo y dinero,
al dinero invertido en terapia, me refiero.
Lo peor que tiene el amor,
es que en la mayoría de los casos,
resulta no ser amor.
Lo mejor que tiene no tener amor,
es que se está libre para encontrarlo,
y no entretenido en disimularlo.
Lo peor que te puede pasar siendo escritora,
es tener los ojos grandes,
como Betty Boop.
Porque te ves todos los defectos,
y los redactás mentalmente con puntos y comas.
Lo mejor que te puede pasar siendo escritora,
es que con los ojos grandes de Betty Boop,
descubrís que no sos la única que tiene defectos,
lo cual es saludablemente maravilloso.
Lo mejor de decir la verdad,
Es no tener que tener buena memoria
Lo peor de aprenderte el discurso,
es que la amnesia te puede sorprender.
Y que todos se den cuenta,
de que estás diciendo mentiras,
y que no sos el que sos,
sos mucho mas gordito, barrigón y sucio.
Lo peor de no saber que decir,
es que lo podés escribir,
y lo mejor de escribir,
es que es la forma eterna de decir y seguir diciendo aunque mueras.
Lo peor que le puede pasar al que se esconde,
es que le digan "piedra libre!"
lo mejor que le puede pasar al que se esconde,
es que la piedra le caiga en la cabeza y lo libere de su represión.
Lo mejor de ser el peor,
es que la condición te libera de la competencia,
y podés seguir siendo y fluyendo,
sin la mirada-infierno sartreana de los otros,
por lo cual tendrás grandes probabilidades de llegar a ser el mejor sin que te des cuenta.
Lo mejor de los recuerdos,
es que los podés soplar con un suspiro.
Lo peor de soplarlos con el suspiro,
es que descubrís lo inconsistentes y volubles que realmente son.
Peor pájaro en mano que cien volando.
Mejor ciento un pájaros volando,
y las manos libres para aprender a volar uno también.