lunes, 18 de abril de 2011

El arquetipo


Quiero escribir de el.
Y se terminó el asunto.

Entré en la última edición de sus notas,
o casi.

La última vez que lo ví,
era el arquetipo de las felicidades que duran un fin de semana.
Una buena camisa,
una linda sonrisa.
A veces lindo,él.
A veces casi nada.

Pasaban las vidrieras
la sombra y el arquetipo.
Tipo raro que nunca me cerró del todo.
Esa gente,
que la vida te cruza, para no resolverte nada y seguir preguntándotelo todo,
se entiende?

Y mi amigo, que no era, no es ni será;
tenía ese molde de los que parecen buenos.
Y realmente yo quería aprender.
Entonces insistí en prestarle atención.
Tanto el cántaro a la fuente...
Aunque ya no me importaba la fuente y el cántaro estaba roto en pedazos, hacía mas de un rato.
Pero esa extraña compulsión,
de insistir con la gente.
Esa debilidad proclive,
a juntar cachivaches que tengo.
Así que ahí estábamos,
el arquetipo y yo.

El día era raro.
El lugar, ni hablar!
La pizza colgaba cosas verdes,
y sus manos eran demasiado femeninas para que yo las entendiera al dialogar.
Se me escapaban los gestos, las palabras y el diálogo.
Yo no podía parar de mirar,
como un tipo, podía ser tan parecido a una mina.
Demasiado mina para ser un tipo.
Pero esa gente me alegra la vida en un punto!
Me hace dar cuenta que las cosas no son como parecen.

El tema es que mi amigo,
su buena camisa
su linda sonrisa;
se comió delicadamente su cena
y se fue a París.
En un caballito gris, cantarían los niños.
Y este de niño, tenía bastante.

Yo insistía ante mi entorno,
que era una amistad interesante.
Me repetían que no pierda el tiempo.
Pero yo quería perder,
*Im the big loser!*

Y así,
con este par de ojitos castaños que la vida me dió.
Seguí mirando el arquetipo para escribir mi novela.
Me inspiró solo dos capítulos,
algo es algo, muchas gracias! mucho gusto.
Bah, mucho no..
era un personaje medio insulso..
como una pizza con verdura encima
y unas manos femeninas moviéndose al compás,
delante de un tipo a veces lindo,
otras: casi nada.
Con linda sonrisa,
linda camisa,
solo eso y nada mas..

Me quedo pensando,
por qué la vida te depara estos paréntesis.
Esos lapsus de inteligencia,
en donde uno se quiere inspirar en lo que no inspira mas que dos capítulos.
El arquetipo era un pobre tipo.
Y quien mirara, un perdedor compulsivo de tiempo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ohm my god!
me sentí una verdadera compulsiva , una verdadera perdedora de tiempo.
Te aplaudo y Te abrazo amiga, colega.
Te quiero.
Charli, desde el Mismo Mar

Butterfly dijo...

Si quisiera ahogarme cual alfonsina, sin duda elegiría hacerlo entre las letras del mismo mar.