martes, 25 de octubre de 2011

Mal pensado


Y yo que creí dejarte atrás
con tu mano izquierda saludándome a lo lejos,
con mi mano izquierda besándome los labios
para librarlos al viento como si fueran a alcanzarte.
Y yo que te creí muerto
debajo de mis muertos
que fueron restos de tu muerte.
Y yo que creí
y descreí de lo que ha sido.
Y yo que pensé tantas cosas
entre mil teorías
absurdas
impotentes
escasas
sin sentido.
Y yo que tiré al recuerdo los rastros materiales
mientras tenía el alma grabada bajo el fuego.
Fuego sagrado
que me ha consumido despacio
hasta dejarme temblando de frío
frente a mis cenizas.

lunes, 24 de octubre de 2011

Nadie huye


Tengo un único canto
y una frágil porción después de ti
Es escaso el impulso,
pero imperturbable y lento
cuando intento escaparme de el
sin querer tampoco huír.

domingo, 16 de octubre de 2011

New mind


Zoe cerró la puerta, se quitó las botas y se soltó el pelo;
deslizó las pulseras por sus muñecas y las dejó caer sobre el mueble.
Afuera un sol pálido despedía la tarde,
adentro un par de flores silvestres perfumaban la habitación.
En la cartera se mezclaron un par de caramelos de miel, entre las páginas de un libro que guardó marcado al subir al tren,
en el bolsillo derecho, una piedra que llevaba para agradecer cada vez que la rozaba buscando refugio para su mano temblando por el frío.
Esa tarde rozó la piedra tres veces, agradeció por la vida, por poder aprender de sus errores, por todo lo que partió y no le pertenecía.
Busca la piedra y la pone sobre un baúl, del lado izquierdo de la foto de su abuelo cuando era pequeño.
Mira la pequeña piedra, ínfima pero poderosa. Testigo fiel de sus pensamientos buscando algo por lo cual agradecer, entre la cascada de motivos que se empujaban en la fila para ser los elegidos.
Se acuesta sobre la cama y mira las cuatro cajas a rayas encima del placard. Intenta recordar lo que ha guardado, pero se hace casi imposible...lo guardó hace ya mucho tiempo.
Respira y su pecho se eleva mas cerca del cielo,
suspira y se eleva mas alto aún sin querer;
le devuelve el aire al cuarto, como cuando alguien pide algo prestado que debe devolver sin demasiada demora.
Zoe cierra los ojos y camina dentro de sus pensamientos, como está aprendiendo a hacer desde que el sol pálidamente se despide por las tardes a través de su ventana.
A veces los recuerdos mas profundos que le dañaron el alma, aparecen sin invitación en medio de sus caminatas. Pero ahora tiene la fuerza de un trueno para empujarlos mucho mas lejos de su cuerpo, de su mente y de aquel viejo dolor.
Hay una mente nueva, pintando el futuro delante, con la seguridad del trazo que viene a marcar la historia con el recelo de un hecho célebre, único y creador.
Y camina en sus pensamientos, con el paso seguro de quien sabe cuanto vale, de quien respira cuanto merece y quien celebra lo que afirma que vendrá.
Las cenizas sobrevolaron al ave y la dejaron desnuda para que pueda revivir.
Ya no tiene pudor al desnudo, porque su protección está adentro. Segura y tbia, lista para cubrirla con el poder de su abrazo.
Zoe tiene 25 años, una piedra sobre el baúl y mucho mas todavía para agradecer.
Cierra sus ojos y duerme
y sueña los sueños que al fin ha conseguido creer.

jueves, 13 de octubre de 2011

No nacidos

Los niños que no serán

Sobre las hamacas inmóviles

Mirando a lo lejos

Con la mirada fija,

Buscando el futuro

Como agotado, imposible

Un segundo


Y de repente la ira escala tu cuello
como una araña atroz sin escalas...
dos palabras que podrían convertirme en un asesino
de cobardes anónimos,
pobres,
oscuros,
perdidos
entre una sombra sin nombre.

Y de repente respiro,
dejando todo tal y como está.
No hay huella de tu sombra, porque no existes.
Inmóvil,
muerto.

Tus palabras apenas me rozan,
Tu voz anónima
cobarde
se desliza por mi cuello
y simplemente cae
haciéndose añicos debajo de mis pies.

Todos somos valientes
detrás del anonimato,
me causás risa
payaso don nadie.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Inmóvil


No tengo mas recuerdos que llorar
Estoy desnuda de nostalgia,
como recién venida al mundo.

No sé si saltar de alegría
o quedarme quieta,
esperando a que me alcance.

sábado, 1 de octubre de 2011

Ríen


Y los veo cuando nos ven llegar
con sus caras de Primavera,
de flores recién pintadas.

Sus mochilas de colores
sus hoyuelos surcando una mejilla
otras dos
mas un mentón.

Y vuelan entre mil abrazos
y los besos se repiten
como canturreando canciones pegadizas
entre sus caritas rosadas

Pequeños duendes,
duendes distantes
dueños de la espera que vale la pena al verlos llegar.

Abrazos pequeños
que lo dicen todo,
ojitos cerrados entre mil pestañas.
Pestañas cubriendo
dulces ojitos de miel.

Porciones breves y dulces de vidas
que subrayaron las nuestras
tejidas
escritas y enmarañadas
complejas,
alegres y esperanzadas

Y no imagino mi vida sin sus hoyuelos
ni mis ojos sin nunca verlos llegar.
Sin sus vocecitas
repitiendo las canciones
sin un veo veo
y un cuento inventado al pasar

Y se despiden de la tarde
con sus mochilas de colores
con sus pasitos pequeños
y su adiós diminuto entre la noche
y me siento inmensa,
rica, felíz.

Nunca pensé en amar tanto a dos hombres
al mismo tiempo
y sin absolutamente nada de culpa.