lunes, 6 de junio de 2011

Lunes


Llovizna.
Florida-Castelar
En tu casa no hay naranjas.
Necesitás naranjas.
LLueve y cuando llueve no dan ganas de mojarse por unas naranjas.
Todo el día tenés sed de naranjas.
Sí, de esas que precisamente no compraste.

Hablás por teléfono y un morocho llama a la puerta.
Ajá.
mmm.
Prometés llamar mas tarde y abrís la puerta.

-No para de decirte *señora* y vos de adivinar cuan chiquito puede ser.

Los pibes chiquitos últimamente parecen señores grandes y las que somos apenas divinas de 30 tenemos que escuchar que nos digan *señora*.

Ok.Hoy no es mi mejor día, pero pará de decirme *señora* porque te dejo en el patio, del lado de afuera, con el cable en la mano hasta que te electrocutes abajo de la lluvia.
Deja de decirte señora y cambia toda la instalación que arrancó de tus labios los mas puros y notables elogios para Speedy 3 veces al día en el último año.
Se vá sin antes darte prolijitamente los residuos de cables viejos para que los tires en la bolsita que ya tenías a mano antes de que te dijera que tenía que tirar.
Limpiás mentalmente las pisadas de borcego de hombre laburante-técnico pequeño que parece grande- que dejaron regados trocitos de barro por tu habitación.
Te hace firmar la hojita mientras prueba la conexion visitando deremate.com, clarinonline y una página de deportes en la que se lee los comentarios de Tevez mientras se hace el que prueba cuan rápido navega mi pc gracias a sus servicios.
Se fue, te dice chau amablemente y limpiás el barro.
Desde el Viernes tengo una pulserita que me enganchó mi tío preferido en la mano derecha que se supone es power*balance.
Te sentís tan ágil como Moria Casán.
Pensás en revolear la pulserita, pero querés mucho al tío.
Hoy te cocinás y comés una milanesa de pollo con repollo.
*Sos una poeta: debe rimar hasta la dieta*
Navegás solo porque ahora es rápido.
Navegás sin agua, así en seco.
Ultimamente te acostumbrás a decir y hacer cosas sin sentido.
Ayer tejiste una bufanda pequeña, para un niño bonito que vive lejos y tiene ojitos de miel y orejitas de ratón.
Amás sus orejitas de ratón.
Dormiste en el futón al lado del piano y te despertaste con dolor de cintura.
Ultimamente te duelen muchas cosas pero al menos podés nombrarlas.
Pensás en tus últimos dolores del año pasado y estás de acuerdo en haber cambiado aquellos por estos de hoy en día.
Tenés un color de esmalte que no te convence.
Mañana lo vas a cambiar.
Pelusa, rompió otra maceta más de terracota que trajeron del interior.
Van como siete y sabés que Betty se va a enojar.
Pelusa además hizo pis.
Pelusa está afuera desde que hoy llegaste.
Te la pasaste haciendo esas cosas que hacés últimamente los lunes.
Los lunes están mejorando levemente en relación a los Lunes de años A.
De todos modos todavía no te arrancan sonidos de éxtasis al mejor estilo Meg Ryan.
Digamos que los Lunes últimamente zafan.
Te preocupan tus finanzas y dejás de escribir.
I. te dice lo que sale venir a Bs As.
Mandás al diablo mentalmente a N y pensás que mejor no venga, al menos hoy.
Escribís esto y te dás cuenta que esa inicial te hace mandar al diablo siempre a algo por algún motivo.
Mandás tu propia N al diablo y empezás a pensar en cambiarte el nombre o el sexo, lo que te garantice vivir mas tranquila lo antes posible.
Ayer cenaste sopa.
Ultimamente se te fue el apetito, lo cual es una buena noticia.
La balanza respira.
Pensás que no vas a escribir el final de la novela que pensabas.
No podés imaginar el final.
Hace 3 años que no tenés el final.
Pensás que podés prestarle el final que te ensayaste los útimos 3 años y te das cuenta de que no es mala idea.
Te sonreís de coté imaginando los detalles.
Pero mejor no.

Tomaste dos termos de mate en el día.
Falta leer lo de la clase de mañana.
Estás pensando seriamente en dedicarte a otra cosa que te garantice plata de una buena vez.
Te das cuenta de que el talento es grande, pero la limosna también.
Pero eso es otro Post.

Lunes gris,
pc renovada.
Una maceta menos y una entrada de más.

4 comentarios:

Bell dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Maru dijo...

N de nadie? jeje ;)
El choque con la palabrita "señora", lo tuve una tarde en la plaza. Un preadolescente interrumpió mi caminata y dijo: "señora, me puede decir que hora es?". Lo miré, con LA cara! Y seguí caminando en silencio... jaja

Nancy Maricel Iuorno dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Butterfly dijo...

Gracias colegas de la escritura.
La N es karmática en mi vida, Bell.Y mi nombre empieza con la misma.
Y entiendo perfectamente esa cara Maru!! no se me despegó en todo el día de ayer, al punto de verme ciertos rasgos de *señora* de pura sugestión.
Beso a ambas!