El viaje

Tantas veces el mismo.

Hoy, ya no.

Te preguntas -cuadra por cuadra-

Cómo soportaste tanto?

Cómo sobreviviste?

Por qué lo hiciste?

Por qué seguiste?

Por qué no te fuiste antes que..?

Pensaste como antes soluciones racionalmente inoperables, fuiste la detestable de ayer.

Lo otro, cómodamente dormido en su cómodo y céntrico colchón.Abrazando teorías absurdas respecto de lo que se debe, para ser felíz.

Te enojas, encendida en furia, mientras tu tobillo se dobla por el temblor de los adoquines debajo.

Optas por sentirte estúpida y lo haces realmente bien, por largos y eternos minutos, desbordados de tedio.

El viaje.

Tan extenso y eterno como el final.

La música canta igual. Tú: ciertamente otra.

*Low battery* proclama en colores el final de la canción, que obstinada, sigue sonando.

-*Es imposible* piensas..

Sigue sonando, sin más energía para tocar sus notas.

-Andando sin baterías? corroboras escéptica.

Sí.

Alucinas con la coincidencia entre tus pensamientos.

Tan literalmente real.

Finalmente termina.

El Viaje,

la canción,

la estupidez nauseabunda de tus recuerdos.

Lo proclamas *el último viaje*.

-Parada, por favor.

Te sacas los audífonos, ya no hay nada que escuchar.

-*ya no hay nada que escuchar*, te repites...

Te hundes en la noche fría y húmeda de tu viernes solitario, recreando lo que has sido, lo que eres y lo que serás.

Caminas rápido.Cada vez mas.

Estrujas la cartera q sostiene tu cuello cansado.

Doblado.

Vencido.

Estás apurada:

Necesitas llegar temprano, a inundar el colchón con tu impotencia.