lunes, 14 de junio de 2010

Hoy


Aquella mesa desordenada, mis pestañas molestando, como cuando mis ojos se cansan de mirar lo que ya han visto y preferirían cerrarse.
La cama casi lista, para arrullarme entre sueños cual fieles cómplices de mis deseos de olvido.
Mis pies.Helados como siempre y mis rodillas hirviendo.
Te muerdes el labio compulsivamente, a veces, hasta sangrar...como frenando frases, como abrigando silencios, mientras tus lentes se empañan entre tu ceño fruncido que te recuerda que no ves del todo bien.
Tu instinto superyoico de hacer lo que debe ser hecho, mientras tu cansancio descansa entre el sillón y tu pié derecho se suspende en equilibrio, sobre tus piernas cruzadas.
Te rodean los libros.Para donde mires están.
Testigos fieles de tus búsquedas existenciales, que te han traído precisamente hasta aquí.
Hoy.
Así.
Sentada y con tus pies helados.
Alumbrada con la calidez de una lámpara que invita a leer o quizás conversar.
Callada entre tus labios sellados entre mordidas.
Con tu visión levemente miope, y tus pestañas intentando filtrar lo que ya estás cansada de ver.
Con tu cansancio descansando en el sillón.
Y entre tus letras que hablan, suspendidas entre el leve viento, de tu habitación.

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